Una consulta común de quienes recién inician su vida laboral o quieren mejorar su presentación profesional es cómo vestir para el trabajo, para proyectar una imagen 100% profesional.
Dicen que no hay segunda oportunidad para una primera impresión y que la ropa que usas habla de quién eres.
La forma en la que te ves ante tus colegas y superiores puede favorecer o perjudicar tu carrera como profesional o incluso la posibilidad de ser promovido en tu empresa.
Hoy te daremos algunos tips sobre cómo vestir para el trabajo según tu área laboral para que luzcas como un verdadero profesional.
La importancia de saber cómo vestir para el trabajo
Independientemente de cada área profesional existen ciertas normas a tener en cuenta sobre lo que se debe o no llevar puesto a la oficina.
Por un lado, la tendencia a llevar vestimenta particular o incluso ropa informal al trabajo está cobrando cada vez más auge. En este sentido, parte de la imagen profesional que todo trabajador debe proyectar es la ropa que elige para ir a trabajar.
Y aunque en muchas empresas se brinda un uniforme a los trabajadores —sobre todo en las de atención directa al cliente, como en bancos, aerolíneas u otros—, aún hay normas sobre el arreglo personal que es necesario tener en cuenta para dar una buena imagen.
Hoy te daremos algunos tips sobre cómo vestir para el trabajo según tu área laboral para que luzcas como un verdadero profesional:
Consejos generales
1. Usa ropa adecuada según tu área
Parece algo obvio de decir, pero no tan obvio de hacer. Esto se refiere a observar cómo se visten en general los profesionales que desempeñan tu mismo cargo y trates de adaptar tu estilo a ello.
Por ejemplo, con el calzado: Si ves que todos usan zapatos de vestir, no llegues con calzado deportivo. Si todos usan botas de trabajo, a lo mejor no sea tan buena idea llegar con zapatillas de lustrar. O en el caso de que seas mujer, si tus colegas usan zapatillas o zapatos cerrados, tal vez no sea buena idea llegar con sandalias.
2. Ropa en buen estado y que te quede bien
Esto es importante:
Aprende a elegir la ropa acorde con tu talla. Si compras prendas muy ajustadas, que se marca demasiado, en la que parece que los botones van a reventar o si, por ejemplo, si usas un pantalón demasiado corto que se te levante a media pantorrilla cuando te sientas, no se verá bien, por elegante que sea.
Tampoco se verá bien si la falda o pantalón que usas queda flojo de la cintura y cuando te agachas se ve tu ropa interior por la parte de atrás.
Por otro lado, la ropa demasiado grande te da un aspecto descuidado y sin forma. Asegúrate de que las prendas que compres tengan la medida adecuada. Esto aplica tanto a camisas, saco, corbatas, faldas, pantalones e incluso la talla de zapatos que usas.
Además de verte mejor, te vas a sentir más cómodo trabajando con ropa que te talla bien.
Como último punto, revisa que tu ropa no tenga roturas, hilos sueltos, elásticos que ya no ajustan, manchas, decoloración por cloro u otros.
También, evita usar estilos que ya vienen “rotos”, aunque estén de moda (pantalones gastados, blusas abiertas con cuchilla en la espalda, etc.).
3. Cabello limpio, recortado y bien peinado
Antes que nada, asegúrate de lavar bien tu cabello cada uno o dos días para que esté limpio y sano. Si sueles sufrir de caspa o descamación del cuero cabelludo, consulta con un dermatólogo y busca un producto que te ayude con este problema.
Luego, usa un corte de pelo que lo haga ver ordenado y que no sea demasiado “moderno”. Por mucho que quieras usar el corte de cabello del futbolista estrella del momento o el rapado de lado de equis artista, recuerda que ese tipo de estilos denota poco profesionalismo en un ambiente de oficina.
Procura evitarlos a toda costa. Usa un peinado discreto y acorde con la forma de tu cara.
Además, por mucho que estén de moda, evita los colores de pelo extravagantes como verde, azul, rosa, púrpura, blanco u otros que no son naturales.
Protip:
Procura no llegar a la oficina con el cabello mojado. Llegar con el cabello escurriendo te hace parecer como si no tuvieras control de tu vida, lo que se traduce en no tener control de tu trabajo. Además, el agua que te escurre del cabello se puede pasar a tu ropa y crear bordes de humedad en el cuello de la prenda, lo cual se ve muy desagradable.
Levántate temprano a bañarte y seca bien tu cabello o lava tu cabello la noche anterior si es necesario, para no lavarlo en la mañana. En su defecto, usa una secadora de pelo para ayudarte.
4. Usa una loción discreta
Sabemos que te gusta oler bien y que te encanta la colonia que compraste. Pero usa una cantidad adecuada. ¿Cuánta? Que pueda ser percibida solo por quien te abraza o saluda de beso.
Por más que creas que la gente apreciará el aroma de tu perfume, no todos tienen tus mismos gustos y algunas personas son alérgicas a ciertas fragancias. No te bañes en perfume.
Cualquier cantidad que alguien más pueda oler a más de medio metro de distancia no es buena.
5. Zapatos limpios y bien cuidados
Lo primero que debes fijarte es que tus zapatos estén limpios y que no estén dañados en el exterior. Revisa que no se estén descosiendo, que la suela no se despegue, que la suela no esté excesivamente gastada y que no tengan peladuras, partes descascaradas o manchas.
Si tu calzado presenta alguno de estos signos de desgaste es hora de despedirte de ellos.
Además, si tus zapatos de trabajo son botas de seguridad o con cubos de metal para proteger los pies, con más razón debes mantenerlos en buen estado.
Recuerda también que existe una diversidad de productos para la limpieza de este tipo de calzado, de modo que, aunque trabajes en áreas como la construcción y al final del día tus zapatos terminen muy sucios, siempre debes limpiarlos al llegar a casa para asegurarte de llegar presentable al día siguiente.
Como último punto:
Por ningún motivo uses sandalias abiertas y de piso (flats). No estás en tu casa ni de vacaciones. Deja ese tipo de calzado para tus momentos de ocio.
6. Cuida tu maletín o bolso
Ya sea que uses un maletín para tu laptop, un portafolio con clave para documentos importantes o un bolso de mano para tu billetera y accesorios, debes mantenerlo limpio y organizado.
Para comenzar, no querrás que tus cosas personales sobresalgan. Tampoco estar revolviendo y sacando cosas para encontrar algo dentro. Saca todo lo que no necesites y revisa a diario que todo lo que necesitas está completo y en orden:
Tu billetera con tus documentos, dinero, tus llaves, anteojos, un bolígrafo y tu móvil. Si usas maquillaje, un kit pequeño y portátil que te permita un retoque. En caso de que lleves comida al trabajo, guárdala en un bolso o portaviandas aparte. Si la comida se derrama o un recipiente se abre accidentalmente, no querrás el olor o las manchas de la comida en tus cosas.
Prefiere los modelos con cierre, que no se pueda ver a simple vista todo lo que traes dentro.
Además, mantén tu maletín o bolso limpio en el exterior y aplica la misma norma que con el calzado: Si está muy viejo o desgastado, es hora de cambiarlo.
Luego, es importante ver que el bolso o maletín que elijas vaya acorde con tus otros accesorios. Por ejemplo, el cincho o el calzado. Puedes tener un par de bolsos o maletines de distintos colores para usarlos según el color del que vistas. O en todo caso, el negro neutro es lo más recomendable.
Si lo que tienes es una mochila…
No se aconseja que uses una mochila para el trabajo, porque se ve demasiado informal. Sin embargo, es posible que algunos trabajos, como los relacionados con la construcción o talleres mecánicos, te exijan llevar una muda de ropa, herramientas, etc. y sea necesario portar un morral deportivo o mochila.
De ser así, recuerda también lavarla frecuentemente para que se mantenga limpia, no sobrecargarla de cosas innecesarias y verificar que no esté rota o dañada. Esto último es importante sobre todo si portas herramientas de trabajo en ella, ya que no querrás que se salgan y se te pierdan. Además, procura usar un color sobrio, pero tenerla bien identificada con algún llavero u otro tipo de identificador para que no se confunda con otras.
7. Evita los colores neón o fosforescentes
A menos que tu uniforme sea un chaleco de seguridad, ninguna prenda de tu ropa debería tener colores neón o demasiado fosforescentes. Los colores muy brillantes te restan seriedad. Además, como son demasiado llamativos, pueden ser distractores para los demás.
Prefiere los tonos neutros y sobrios. Además, es preferible usar colores oscuros para trabajar, sobre todo en ambientes de oficina, porque te dan un toque de autoridad, más que los colores claros. Esta no es una norma estricta, pero si estás dando una presentación, por ejemplo, procura que tu ropa no se mezcle con el color de las paredes.
Y por favor:
No uses pantalones color nude. Se ven como si no llevaras pantalones debajo. Sobre todo, si eres de tez clara o si llevas una blusa que cae hasta la cadera.
8. No uses gafas oscuras a menos que sea necesario
Pareciera que está demás decirlo, pero hay personas que no saben que usar gafas oscuras en interiores no solo no se ve bien, sino que es de mala educación hablar con los colegas de esa manera, ya que da la impresión de que no estás viendo a tu interlocutor a los ojos o que no te interesa lo que dice.
Guarda las gafas oscuras para tus días de playa o úsalos solo si trabajas conduciendo y debes proteger tus ojos del resplandor del sol. Pero recuerda quitártelos para dirigirte a las personas.
Por otra parte, si usas gafas claras por cuestiones de la vista, asegúrate de que se ajustan perfectamente y que estén en buenas condiciones. Que no tengan una lente suelta, que no se te resbalen, que las patas estén bien ajustadas, etc. Esto, a fin de que no te las estés acomodando a cada momento o jugando con ellas, pues esto no solo te distrae a ti, sino que puede distraer a tus compañeros.
9. Accesorios sobrios
Si usas un reloj de mano u otro accesorio, trata de elegir un estilo sobrio, con tonos neutros y no demasiado llamativo o estrambótico. Tampoco uses diseños con caricaturas o dibujos. Le resta profesionalismo a tu imagen.
Si usas pulseras o collares de algún tipo, procura que sean discretos y que no hagan ruido.
Mujeres
1. No uses ropa demasiado “provocativa”
Si eres mujer, no uses blusas demasiado escotadas, faldas muy cortas o pantalones demasiado ajustados. No solo no es el lugar para lucirlos, sino que da una mala impresión, pues te resta seriedad y elegancia.
Por otro lado, puede que te sientas incómoda para trabajar, agacharte, caminar, etc.
2. Estilo de zapatos
Evita los zapatos con tacones demasiado altos o con accesorios y colores llamativos. Lo más aconsejable para el trabajo son los zapatos cerrados y de tacón mediano (6 a 7 centímetros).
Los tacones y plataformas demasiado altas, no solo se ven poco elegantes, sino que además pueden causarte deformaciones o juanetes en los pies si los usas a diario durante las más de 8 horas que estás en el trabajo.
En cuanto al estilo del tacón, busca que sea lo más cómodo posible. De preferencia, que no sea de aguja, ya que tienen un punto de apoyo muy pequeño y puede propiciar accidentes dentro de tu trabajo.
Si usas pantalones:
Puedes optar por botines con un diseño sobrio y en el que el tobillo de los mismos quede dentro del pantalón.
Los zapatos abiertos son poco recomendables, pero si se permite, puedes usar unos con poca abertura, que cubran la mayor parte del pie. Unos tacones despuntados, por ejemplo.
En dicho caso, cuida muy bien tus pies: Limpios, sin callosidades, con tus uñas bien recortadas y un esmalte discreto.
Evita usar sandalias abiertas, aunque sean de tacón. Pero, sobre todo, las de piso (flats). Dan un aspecto de pereza y te restan seriedad.
Las zapatillas de piso o tipo ballerina solo se recomiendan si debes estar de pie, caminar mucho, trabajar en áreas de limpieza o donde hay humedad, o si en el pasado te ha lastimado los huesos del pie (en cuyo caso, deberás atender las indicaciones que un ortopeda te dé respecto al calzado).
Por supuesto, si trabajas en áreas de talleres o donde se requiere protección especial (bodegas, construcción, mecánica, imprenta, etc.), lo indicado son los zapatos o botas de seguridad acordes con la labor realizada. Elige un estilo cómodo, femenino pero resistente.
3. Cuida las uñas de tus pies
Como ya se mencionó, no es recomendable usar zapatos abiertos para el trabajo, pero hay estilos que son aceptables, aunque sean parcialmente abiertos. Sea que decidas usarlos o no, parte de tu higiene y cuidado (nunca sabes cuándo deberás quitarte los zapatos por cualquier motivo) es mantener tus pies limpios y arreglados.
Mantén tus uñas bien recortadas y usa tonos suaves. Los más recomendables son: perla, transparente, color carne o rosa suave. Deja los tonos oscuros o encendidos para fiestas y ocasiones informales.
Lava cuidadosamente tus pies cada día y remueve las callosidades. Hazte una pedicura de vez en cuando, ya sea en casa o en un salón profesional.
4. Cuida las uñas de tus manos
En cuanto a las uñas de tus manos, mantenlas cortas o con un largo discreto. No más de 1/4 de pulgada (6 milímetros aprox.). Incluso si usas uñas acrílicas o de gel, procura que no excedan esta medida.
Esto no solo porque en el trabajo de oficina, tener las uñas muy largas puede dificultarte ciertas tareas como escribir en el teclado, sino porque te resta clase y da la apariencia de que no estás ahí para trabajar.
Sea que las uses largas o cortas, cuida que tus uñas estén limpias y sin astilladuras ni bordes deformados. Procura no comerte las uñas y si tienes este problema, busca un producto que te ayude (de los que les dan mal sabor a las uñas, por ejemplo).
En cuanto al color, en las manos es permisible una mayor versatilidad. Puedes usar colores neutros, transparentes, perla, rosa o carne, tal como en los pies, pero también puedes buscar un color que combine con tu blusa, cartera y zapatos o con los accesorios que llevas puestos.
Lo único que no se recomienda son los colores neón y los que tienen dibujos, diseños o figuras decorativas dentro, pues dan un aspecto infantil y menos profesional.
El estilo francés es permitido, pero está bastante pasado de moda. Prefiere un solo tono en toda la uña.
5. Usar pantimedias te da un plus
Si usas falda en el trabajo, usar pantimedias no solo ha vuelto a estar de moda, sino que te da un aspecto aún más cuidado. Un plus que hace ver que te has esmerado en tu look profesional.
Elige el tono acorde con el de tu piel para que se vean naturales y discretas. Si tu vestimenta es oscura y formal, otra opción es el color “ala de mosca”, que también queda muy bien.
Ojo:
Por ningún motivo uses en el trabajo pantimedias con tejido de red (fishnets) ni con diseños como rayas, puntos, rombos, etc. Deja eso para tu próxima fiesta de disfraces. Es completamente informal y nada profesional.
6. Joyas y accesorios sobrios
Los accesorios están diseñados para complementar tu atuendo, pero no deben opacarlo. Si usas aretes, por ejemplo, no utilices algo que distraiga la atención de tu cara hacia tus orejas. Usa dos o tres anillos en la mano izquierda (si eres casada, el de compromiso, el de bodas y otro que te guste, por ejemplo). Pero que no tengan diseños exagerados.
Lo mismo vale para collares y pulseras: Los diseños delgados son más elegantes y discretos para el trabajo. Pero también puedes optar por algún brazalete grueso y que combine con tu ropa.
Además, como hemos dicho en las recomendaciones generales, tus joyas no deberían hacer ruido chocando entre sí. Esto es algo que distrae a los demás compañeros y puede resultar molesto para algunos.
Hombres
1. Cuidado con los calcetines que usas
Si usas pantalones de vestir, no uses calcetines deportivos. Deja estos para usar con jeans solamente.
Verifica también que tus calcetines estén en buen estado, sin roturas, y que queden ajustados al tobillo. Si se bajan o te quedan flojos, es hora de tirarlos. Nada dice “miserable” como unos calcetines que se bajan solos. Evita esto a toda costa.
También, evita las punteras o calcetines que no cubren el tobillo. Cuando cruzas una pierna o te sientas, los pantalones se levantan y no debe verse la piel.
2. Uso de corbata en el trabajo
Si usas corbata en el trabajo, revisa que tenga un largo adecuado. No debe quedarte más abajo del cinturón, pero tampoco a medio camino entre el pecho y el abdomen. Si no es del tamaño correcto para tu estatura, simplemente elige otra.
Además, escoge un color que haga juego con el resto de tu atuendo. Si te gustan con diseños, elige rayas, rombos u otras figuras geométricas. Evita diseños con dibujos (patos, arbolitos navideños u otros), son demasiado informales.
3. Camisas y camisetas
En la mayoría de empresas se exige a los hombres llevar camisa formal o semiformal, es decir de botones, ya sea con manga larga o corta.
Elige colores sobrios y sin estampados, que queden bien según tu tono de piel. Si usas saco y corbata, puedes usar el tradicional blanco, pero si no, puedes elegir colores como el morado, rosa, celeste, verde u otros, en tonos pastel. También hay tonos oscuros que se ven bien, como el azul oscuro, verde olivo u otros, marrones, etc.
Si usas camisas de manga corta, puedes elegir camisas cuadriculadas o rayadas, siempre y cuando el diseño sea discreto y no distraiga la atención de tu cara a tu camisa. Evita a toda costa los diseños con dibujos como palmeras, mariposas u otros similares.
Otra opción son las camisas tipo poco, que son casuales, pero con un toque de elegancia.
Evita las camisetas o remeras alusivas a equipos deportivos.
En algunos en los trabajos se permite usar camisetas. Eliges una de algodón que sea fresca pero que esté en buen estado (que la fibra no se haya adelgazado con los años y el lavado). Prefiere las que no tienen estampados, pero si lo tienen, elige un diseño poco llamativo.
A lo mejor esa camiseta de tu banda de Rock favorita no es la mejor idea para llevar al trabajo. Déjalas para casa y para tus vacaciones.
Por lo demás, procura que no sea muy larga o suelta, pero tampoco demasiado ajustada para que se te marque o se te suba a medio abdomen al levantar los brazos.
4. Cuidado con el vello facial
Aunque está de moda dejarse barba y un mostacho abundante, no a todos les queda bien el estilo. Con las barbas ocurre lo mismo que con los cortes de cabello. Debes buscar el que mejor se adapte a tu cara.
Si te crece poca barba o bigote, lo más aconsejable es que te afeites. Si tu barba es gruesa y tupida, necesita cuidados y recorte permanente. No la dejes crecer de forma desordenada, ya que esto da un aspecto de suciedad y descuido.
Además, no se aconseja dejarse una barba de 2 o 3 días, a medio crecer, pues da la impresión de que no te has bañado ni aseado. Si quieres cambiar tu look, es mejor que uses una semana de vacaciones. Para cuando vuelvas a la oficina ya habrá crecido a un punto en que puedas arreglarla.
Recorta y delinea tu barba para darle forma y aplica un bálsamo u otro producto para peinarla y mantener cada vello en su sitio. Haz lo mismo con el bigote.
Un tip adicional: No uses una línea o una barbita pequeña solo en un área de la mandíbula o debajo del labio, como una mosca. Tampoco una barba tipo candado, está pasada de moda y no se ve bien.
5. Estilos de zapato
En la mayoría de casos, lo ideal es que vayas con zapatos de vestir cerrados, ya sea tipo zapatilla o mocasín. Este es el tipo adecuado de zapato si usas pantalón de vestir. Si en tu trabajo se permiten los jeans, puedes usar mocasines o botas de trabajo.
Existen algunas áreas en las que se requiere calzado deportivo por comodidad. Si es el caso, procura que sea de un color y estilo discreto. Descarta los colores neón o muy encendidos. Tampoco elijas zapatos totalmente blancos a menos que trabajes en enfermería u otra área similar.
Si usas zapato deportivo, asegúrate de que las cintas estén limpias y en buen estado. También, lava frecuentemente tu calzado para evitar que se vea sucio por fuera y que huela mal. El calzado deportivo tiende a acumular mal olor, por lo que se recomienda que uses talcos y que los laves con regularidad. Además, deséchalos cuando se comiencen a desgastar, pues los deportivos gastados dan aspecto infantil y de poco cuido.
6. Accesorios
Si vas a usar joyas u otros accesorios, procura que todos estén en tu cuello o muñeca. Evita a toda costa las argollas o pendientes en las orejas, así como en las cejas, nariz, labios, lengua o cualquier parte de la cara. No se ve nada bien y denota falta total de disciplina.
Además, como el trabajo pesado suele ser mayormente delegado a los hombres, dependiendo de la tarea que realices, puede atorarse en algo y causar un accidente que lo arranque de su sitio ocasionándote una lesión. Deja ese tipo de accesorios para tu casa, si los usas.
Conclusiones
Como puedes ver, debes cuidar la vestimenta de trabajo revisando que esté limpia, en buen estado, que te talle bien y, sobre todo, que sea sobria y formal.
Parte de tu apariencia además es el cuido de tu higiene en cara, uñas, pies y cabello.
Deja cualquier excentricidad para tu vida personal y momentos de ocio, recuerda que el trabajo no es tu casa, por más tiempo que pases allí y que además debes guardar consideración y decoro ante tus colegas, superiores, clientes y visitantes a la empresa.
Ante cualquier duda, puedes consultar con tus jefes la normativa y el código de vestimenta de la empresa para la cual laboras.
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