El trabajo en equipo dentro de una empresa es clave para alcanzar objetivos más rápidamente. Es la parte fundamental para tener éxito y lograr mejores resultados. Por ello, es indispensable que los miembros de toda compañía sepan trabajar colaborativamente.

Muchas veces hemos oído frases como “Pregúntate qué puedes hacer por tu equipo” o “el trabajo en equipo divide responsabilidades y multiplica resultados”. Sin embargo, no siempre se sabe bien cómo gestionar el trabajo grupal o alcanzar el anhelado dream team.

Mientras algunos equipos de trabajo son muy exitosos, otros parece que jamás se ponen de acuerdo: El trabajo parece atascarte, hay tareas de las que nadie se hace responsable, se repiten procesos, etc.

¿Qué diferencia un equipo de trabajo exitoso de uno que no lo es?

La diferencia fundamental es la claridad de objetivos de cada miembro y el trabajo con valor. Lograr esto es el camino a la conformación de un equipo exitoso.

Hoy veremos algunos tips para hacer el trabajo en equipo más efectivo y puedan alcanzar las metas propuestas. Son puntos muy importantes que caracterizan a un gran equipo de colaboradores.

Si los pones en práctica, seguramente tendrás un grupo de trabajo exitoso, que logre cada meta y objetivo que se proponga.

Beneficios del trabajo en equipo

Antes que nada, debemos recalcar las ventajas que tiene trabajar en equipo por el logro de resultados dentro de la empresa:

  • Permite a los colaboradores reforzarse mutuamente en áreas en las que el otro es débil.
  • Crea sentido de pertenencia y compromiso con el trabajo.
  • Alienta la creatividad, la participación y el aprendizaje continuo.
  • Ayuda a reforzar las habilidades de resolución de conflictos.
  • Genera confianza entre los colaboradores.

Desde luego, para que todos estos beneficios sean una realidad, se debe hacer correctamente. La clave está en la comunicación y coordinación, así como en la claridad de metas a cumplir y responsabilidades a atender.

Hay que recordar que todos tenemos habilidades distintas. Fortalezas y debilidades que hay que saber reconocer para usarlas a nuestro favor o pedir la ayuda que necesitamos. Todo ello, buscando el éxito común.

Tú puedes aportar mucho por tu equipo con una buena actitud y siguiendo algunos consejos para hacer el trabajo colaborativo de manera más efectiva.

Veamos cuáles son…

1. Comprender las metas a alcanzar

El equipo debe tener claras las metas a lograr y estar comprometido a cumplirlas. Tener una dirección clara y estar de acuerdo con ellas en cuanto a la misión y propósito del trabajo es muy importante para trabajar de forma efectiva.

Los miembros del equipo deben tener una misión global que sirva como guía o ruta para todo lo que quiere se lograr dentro de la empresa. Pero, además, objetivos específicos a cumplir y metas logradas por las cuales será evaluado. Todas ellas, enfocadas bajo el objetivo general.

La comprensión de las metas globales se refuerza cuando la organización tiene expectativas claras del trabajo a realizar, el alcance del mismo y las metas a lograr. Asimismo, de qué forma se presentarán o se medirán los resultados. Todo ello debe acordarse con cada miembro a la hora de distribuir tareas y responsabilidades.

2. Confiar el uno en el otro

Cada miembro del equipo debe contribuir a generar un ambiente donde todos sientan libertad de tomar decisiones y actuar sin necesidad de consultarlo todo, dentro de un rango razonable.

Es decir que cada uno debe confiar en su equipo de trabajo y no microgestionar ni fiscalizar todo.

Por otro lado, si un miembro no está de acuerdo con algo, no debe ser castigado o vetado por ello. Se debe agradecer las diferentes perspectivas que cada miembro aporta y llegar a un consenso.

Esta es una manera increíblemente útil de agilizar el trabajo. Comprender que cada uno trabaja y resuelve a su manera, que lo importante es que el trabajo estará bien hecho y a tiempo.

Saber delegar y dar independencia a cada miembro es clave.

3. Mantener una buena comunicación

Este es un aspecto de los más importantes. Debe existir una comunicación abierta, honesta y respetuosa en todo momento. Cada persona que integra el equipo de trabajo debe sentirse escuchada y con libertad para expresarse ante los demás.

También es importante que sienta que su punto de vista es comprendido por los demás. En caso de que una idea o planteamiento de uno de los miembros no esté claro, se debe preguntar con respeto para que sea explicado más a detalle.

Luego, se debe hacer una recapitulación de lo que se ha escuchado para estar seguro de haber comprendido el mensaje. De ese modo, se tendrá claro el acuerdo y se dará por entendido que todos comprenden lo que se ha hablado.

4. Generar un sentido de pertenencia

Es fundamental que cada uno de los miembros más antiguos dentro del equipo hagan sentir a los demás bienvenidos y que promuevan la camaradería y el entusiasmo. Esto se logra a través de comentarios y acciones positivas.

Se debe evitar hacer comentarios negativos sobre la empresa, sobre la carga de trabajo, sobre los superiores o sobre colaboradores del otras áreas o equipos. Además, es importante destacar las cosas positivas de pertenecer a la compañía o al equipo como tal.

Mensajes como diferenciación, prestigio, vocación, calidad, buen servicio, etc. deben formar parte de los valores de los que se habla día a día dentro de la empresa. Esto ayuda a que los colaboradores más nuevos se sientan identificados. Además, compartir valores y expresarlo en voz alta refuerza el sentido de pertenencia al grupo entre cada integrante.

5. Apreciar las habilidades únicas de cada miembro

Cada individuo es diferente y único en el mundo. Tiene puntos de vista, pensamientos, conocimientos y opiniones distintas. Estas cualidades pueden ser una gran contribución al equipo de trabajo. Se debe aprovechar las fortalezas de cada miembro, identificándolas y asignando a cada quién tareas en las que puedan explotar al máximo su potencial.

En sí, la idea de un equipo de trabajo es precisamente tomar ventaja de las diferentes habilidades de varios individuos para que, al combinarlas, se obtenga la mayor eficiencia.

6. Apertura a nuevas formas de trabajo

La creatividad de cada miembro, así como la expresión sus diferentes puntos de vista, deben ser apreciadas y fomentadas. Se debe evitar a toda costa comentarios como “es que siempre lo hemos hecho así”, “no es para nada buena idea” u otros similares. Cada miembro debe comprender que las opiniones diversas pueden ser de gran ayuda a darle perspectiva a la forma de trabajar. Una nueva idea debe evaluarse y, de ser viable, llegar a un acuerdo de implementación para crear algo nuevo y mejor.

7. Ser autocrítico y saber gestionar los conflictos

Tan simple como eso. Procurar la mejora individual de cada uno en pro del equipo, siendo críticos de nosotros mismos antes que de los demás.

Existen equipos de trabajo donde los miembros suelen hacer comentarios negativos sobre los otros o tratar de culpar de los fallos a los otros. Frases como “es que él no me lo envió a tiempo”, “yo te dije, tú no entendiste” y otros con dicho matiz deben evitarse.

De surgir un problema, aprendan a resolverlo y discutir siendo propositivos. No se debe buscar culpables, sino soluciones.

Pregúntense cómo resolverlo y en qué pueden contribuir para que no se repita en el futuro. Esto puede ser, tanto una acción de tu parte, como una sugerencia en general. Si el error ha sido tuyo, intenta buscar formas de corregir y prevenir en el futuro, y hazlo saber a los demás.

Esto mismo aplica para la diferencia de opiniones, pues como ya mencionamos, es parte de la buena comunicación y el respeto a las diferencias.

Además, sé propositivo y busca siempre formas de mejorar a diario. Maneras de optimizar tu trabajo, haciéndolo más fácil y eficiente. O formas de hacerlo mejor, con más calidad. Siendo autocrítico, antes que crítico, contribuyes enormemente al trabajo en equipo.

8. Promover la participación de todos

Como punto final, pero no menos importante, es el fomento de la participación de todos los miembros en las distintas actividades de la organización.

Algunas de estas son:

  • Asistencia a las reuniones
  • Aportación de ideas nuevas
  • Involucrarse en la asignación y reparto de tareas
  • Toma de decisiones y compromisos
  • Apoyar con la dirección del equipo
  • Poder solicitar informes de progreso

Entre otras.

Si cada miembro de un equipo se compromete a fomentar estos hábitos en su forma de trabajo, poco a poco se comenzarán a notar los cambios. El trabajo deberá comenzar a ser más fluido y fácil. Los resultados se miden en la conclusión más rápida de cada proyecto, así como en el cumplimiento de más y más metas cada vez.

Además, cuando un equipo funciona, se genera un ambienta más cordial de trabajo. Esto conlleva a la satisfacción personal y profesional de cada uno de sus miembros.

Ahora que sabes cómo mejorar el trabajo en equipo y hacerlo más eficiente, comparte estos puntos con tus compañeros ¡y a cumplir todo lo que se propongan!

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