La renuncia silenciosa, también conocida como quiet quitting en inglés, es un problema cada vez más común en los lugares de trabajo. Este fenómeno se refiere a una situación en la que un trabajador no abandona su trabajo de manera abrupta, sino que poco a poco se va desentendiendo de su compromiso con la empresa.
Es decir, el trabajador sigue laborando en la empresa, pero únicamente se limita a hacer las tareas asignadas sin poner realmente esfuerzo en el trabajo. Pero no se trata solo de que el trabajador está “no comprometido” con la empresa, sino que en realidad está “activamente no comprometido”. Es decir que lo hace de forma intencional.
Este comportamiento puede ser un signo de alerta y puede deberse a que el trabajador haya estado experimentando un estado de burnout debido a estrés, sobrecarga de trabajo, demasiadas horas extras o agotamiento por jornadas prolongadas, falta de vacaciones, etc.
La tendencia de la renuncia silenciosa parece haberse agudizado entre los trabajadores jóvenes durante y tras la pandemia por Covid-19, pues muchos de ellos revalorizaron cuáles eran sus prioridades en la vida y descubrieron que estaban sacrificando demasiado por muy poco en empresas, donde no se sentían apreciados y donde los salarios no les permitirían jamás realizarse a nivel personal (tener una familia, adquirir vivienda propia, etc).
No es de extrañar, pues, que muchos de estos trabajadores decidan retirarse ante un panorama frustrante y desalentador.
¿Cuáles son las consecuencias del quiet quitting o renuncia silenciosa?
Lo grave de esta situación es que muchas veces el problema suele pasar desapercibido por un tiempo entre los gerentes y puede causar graves problemas para la empresa en el mediano y largo plazo.
Es posible que los superiores del trabajador no se den cuenta de que la persona está experimentando estos sentimientos hasta que la productividad o calidad del trabajo decae sustancialmente, pero no al punto de poder recurrir a acciones de personal, pues “técnicamente” el trabajador sigue cumpliendo con sus tareas pero en la mínima forma posible. El trabajador simplemente se encuentra en un estado de falta de compromiso absoluto y lo más seguro es que no ayudará en caso de una situación extraordinaria o cuando el equipo necesite que se haga “lo mejor posible” el trabajo.
Pero además del decrecimiento en la productividad, a causa de la falta de compromiso del trabajador, la renuncia silenciosa es que en el largo plazo sí puede derivar en múltiples dimisiones o renuncias masivas reales.
Si un trabajador no se siente valorado, no tiene oportunidades de crecimiento y además siente que no está teniendo un balance adecuado entre el trabajo y la vida personal, es más probable que decida renunciar al final en lugar de seguir experimentando el burnout y la falta de compromiso con la empresa en el largo plazo.
¿Qué factores inciden en que se dé la renuncia silenciosa y cómo se pueden mejorar? A continuación te brindamos algunos tips:
1. Comunicación con el equipo de trabajo
La comunicación es un factor que tiene que ver con las expectativas que la empresa tiene del trabajador y viceversa. Una actitud de desinterés o desidia por las tareas puede provenir del sentimiento de falta de pertenencia o de que no se comprende muy bien el rol que las tareas desempeñadas tienen en todo el proceso productivo del negocio.
Además, si no existe una comunicación constante entre los equipos de trabajo y sus encargados, los trabajadores pueden sentirse abandonados por las jefaturas o verse lidiando con problemas sin orientación ni ayuda.
Por lo anterior, es importante que los gerentes o encargados de cada equipo de trabajo se comuniquen claramente con los colaboradores que tienen bajo su cargo. Es decir que se debe fomentar la “cultura de la comunicación”.
Si eres tú la persona encargada directamente, con mucha más razón, debes estar en contacto con tus trabajadores y conocer lo que está sucediendo con tu equipo en todo momento.
Establezcan expectativas claras en cuanto a las tareas asignadas y alcance de las mismas, proporcionando una retroalimentación frecuente y positiva sobre el rendimiento de los trabajadores a cada uno de ellos. También es importante que los gerentes se comuniquen regularmente con sus equipos de trabajo o personal del que están a cargo para conocer sus inquietudes y preocupaciones en el entorno laboral.
Si los trabajadores sienten que sus problemas y preocupaciones son escuchados y tomados en cuenta, es más probable que se sientan comprometidos con la empresa.
2. Oportunidades de crecimiento
Una actitud de renuncia silenciosa puede surgir cuando el trabajador siente que se está esforzando, dando siempre “la milla extra” o haciendo cada vez más por el mismo salario, sin que se le reconozca ni se le promueva de ninguna forma, además de no vislumbrar ninguna posibilidad al respecto.
Los trabajadores necesitan sentir que tienen oportunidades de crecimiento dentro de la empresa. Puede iniciar no solo con mejoras salariales, sino con capacitaciones que les permitan aplicar a cargos más altos dentro de la empresa.
Por supuesto, esto implica dar preferencia a los trabajadores antiguos sobre contrataciones de personal nuevo. En lugar de contratar un nuevo trabajador para una gerencia, se promueve a trabajadores antiguos.
Es decir que el crecimiento también se da en forma de entrenamiento y desarrollo profesional y oportunidades de promoción. Una manera en la que se puede iniciar una mejora es otorgar una mayor variedad en las tareas asignadas, es decir, sacar al trabajador de actividades monótonas y frustrantes. Luego, ir delegando y capacitando para trabajo más especializado. Además, es importante que se les brinde retroalimentación regular y se les reconozca su buen trabajo.
Cuando un trabajador siente que su trabajo rendirá frutos tangibles o visibles que impactarán positivamente su vida estará más dispuesto a comprometerse con el trabajo.
3. Cultura empresarial
La cultura empresarial se refiere a valores, prácticas y comportamientos que definen la identidad y personalidad de una organización. Se trata del ambiente y la forma en que se trabaja en una empresa, su forma de operar y el enfoque hacia los colaboradores, los clientes, etc. Es decir que está relacionada con el clima laboral, del cual se sabe que tiene gran incidencia en la productividad de los trabajadores.
Cuando el ambiente de trabajo es negativo, es probable que el trabajador comience a mostrar actitudes de poco compromiso con el trabajo, las cuales pueden permear al resto del equipo y de la organización en general. Es decir que el desinterés y falta de compromiso se vuelvan parte de la cultura de la empresa.
Problemas como un mal coaching, trabajo en malas condiciones o con herramientas que no funcionan correctamente, actitudes hostiles, gritos, constantes amenazas de despido, quejas constantes de los clientes por mal servicio, evasión de la resolución de problemas, etc., son solo algunos de los factores que inciden en un clima laboral y cultura empresarial negativos. Todo lo anterior puede desencadenar un efecto dominó y arrastrar a otros a la renuncia silenciosa.
Para evitar esto, es importante que dentro de los equipos de trabajo se fomente una cultura empresarial positiva. Los encargados de cada equipo deben incentivar una forma de trabajo saludable y productiva. Se debe fomentar la creatividad, la colaboración y aprendizaje, tomando en cuenta los talentos de cada persona.
Una cultura empresarial positiva tiene como eje el bienestar de los empleados y está relacionada también con el salario emocional. Puedes implementar reconocimientos, bonificaciones y beneficios para tus trabajadores.
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4. Flexibilidad laboral
Los trabajadores necesitan sentir que tienen un equilibrio adecuado entre el trabajo y la vida personal.
Las empresas que ofrecen horarios flexibles, trabajo remoto, o días de vacaciones adicionales están teniendo más éxito, en especial tras la pandemia por Covid-19, para retener talento e incluso para atraer mejores profesionales.
Cuando un trabajador siente que no está pudiendo equilibrar sus responsabilidades laborales con su vida personal es más difícil que quiera comprometerse con la empresa.
El trabajador debe sentir que tiene la posibilidad de atender a su familia, su vida social, sus pasatiempos, etc. Incluso que tiene oportunidad de continuar sus estudios o formación profesional. De lo contrario, podría ver el trabajo con desagrado y terminar tomando actitudes de desinterés activo en su trabajo.
Velar por el equilibrio entre trabajo y vida personal puede ayudar a reducir los niveles de estrés y sobrecarga de trabajo. por tanto, puede también reducir el riesgo de la renuncia silenciosa.
Revisa los horarios y la carga laboral que tienen las personas en tu organización. Puedes tener pequeñas entrevistas con tu equipo de trabajo para conocer un poco más sobre sus responsabilidades familiares, a fin de brindar flexibilidad en su horario para atenderlas Asegúrate de que los trabajadores cuenten con el tiempo necesario para hacerlo. En estos casos es buena idea implementar el trabajo remoto, trabajo híbrido o flexible.
5. Estrés y agotamiento
Si un trabajador está experimentando niveles elevados de estrés o agotamiento, puede poco a poco ir tomando actitudes de desinterés, falta de compromiso o hasta evasión del trabajo para intentar compensar este agotamiento.
Es importante estar consciente de los niveles de estrés y cansancio que están teniendo los trabajadores. Esto quiere decir que es importante revisar sus horarios asignaciones de tareas, turnos y carga de trabajo.
Una sobrecarga en las asignaciones puede llevar a un colapso físico o mental. En lugar de solicitar demasiadas horas extras considera contratar personal de temporada para no sobrecargar a tus trabajadores de planta.
Como gerente o encargado de un equipo de trabajo, debes estar atento a señales de estrés, como la falta de motivación o la falta de energía, ausentismo recurrente debido a enfermedades con motivos personales, etc. Si se identifica alguna señal atribuible al burnout, se debe trabajar con el colaborador para reducir su carga de trabajo.
6. Tiempo libre de los trabajadores
Sabemos que las exigencias actuales de clientes y empresas son prácticamente estar disponible 24/7. Sin embargo, es importante vigilar los períodos de desconexión de los trabajadores.
Recibir correos, mensajes por chat o hacer llamadas relacionadas con trabajo estando fuera del horario de oficina no solo es desagradable para el trabajador, sino que interrumpe su tiempo personal y de descanso. Esto puede llevarlo, por ende, a la renuncia silenciosa.
Algún mensaje ocasional, por algo muy importante puede ser tolerable, pero si esto se vuelve una constante, es decir si sucede de forma recurrente, lo más probable es que el trabajador termine no solo ignorando tus mensajes y llamadas fuera de horario, sino que perdiendo interés en general por el trabajo al considerarlo invasivo y estresante.
Todos necesitamos un tiempo para descansar, desconectarnos de todo y atender otras actividades sin interrupciones ni preocupaciones. Esto es importante para recargar energías y volver a tener interés por nuestras tareas y obligaciones.
Incluso, durante el horario laboral, si el trabajo es presencial, asegúrate de que los trabajadores cuenten con un espacio alejado de las oficinas para descansar o para ingerir sus alimentos, sin que se les esté preguntando por tareas o entregas.
Procura también no solicitar demasiadas horas extras a cada uno, recuerda que las horas extras no deben exceder ciertos límites y que tampoco deben formar parte del trabajo ordinario.
Como último punto: No convoques reuniones cuando ya está próxima la hora de salida. Tampoco antes de receso o almuerzo. En la medida posible evita interrumpir los días libres, asuetos o vacaciones de los trabajadores por emergencias. De hacerlo, recuerda que no solo debes reponer el día de descanso, sino pagar doble el que sí se trabajó.
En conclusión
Aunque la renuncia silenciosa es un fenómeno cada vez más común en los lugares de trabajo y puede ser un signo de que un trabajador ha perdido su compromiso con la empresa, existen varias formas de evitarlo.
Es importante establecer una comunicación clara y efectiva con tus colaboradores, proporcionar oportunidades de crecimiento dentro de la empresa, así como fomentar una cultura de respeto y compromiso. Recuerda que también es necesario que el trabajador se sienta valorado y no como un número más. Esto se puede lograr a través de reconocimientos, de la oportunidad de contar con flexibilidad laboral, así como con el monitoreo de la distribución de tareas.
Al implementar estos consejos, podrás evitar la renuncia silenciosa y tener trabajadores más satisfechos, garantizando su compromiso a largo plazo con tu empresa.
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